Nosotros la cogimos el fin de semana del primero de abril. Fuimos 24.
Ocupamos las tres cabañas y el salón. Magnífico.
Las cabañas están hechas totalmente de madera, preciosas, con una buhardilla amplia y acogedora. Completamente equipadas, cocina y baños confortables - uno por cabaña -, incluso ducha con hidromasaje para el que quiera. Lógicamente se oían abajo los ruidos de la buhardilla, pero no nos importó. Por la noche, sólo las estrellas. Todas las ventanas tienen mosquitera supongo que porque hay un estanque cerca, aunque en la época que fuimos no sufrimos ninguno a pesar de que hizo mucho calor.
Hay una barbacoa con cada cabaña, y un gran espacio para que corran los niños y estar cómodos, muy independientes las cabañas entre ellas. Y la del salón, aún más apartada.
Hay aparcamiento cubierto para los coches, lo cual se agradeció por el solazo.
Tratamos con Francisco y todo fueron facilidades y estar al detalle; hasta nos compró unos guantes que le pedimos para la leña. Leña que proveen ellos, no hay que acercarse a ningún sitio a comprar carbón.
El pueblo está a un paseo andando para comprar, y cruzando la carretera carne de producción propia del lugar para la barbacoa.
Nos empeñamos en salir a Las Tablas porque era el objetivo del viaje, pero podíamos habernos quedado en el sitio perfectamente.
Tanto calor hizo que sólo echamos de menos un poco de sombra.... volvimos quemados pero felices.
Estuvo en Abril 2017, en familia
